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Lectura Fácil

Escrito por Iris García García Marzo 08, 2023

¿Qué es la Lectura Fácil?

Hablamos de una forma de hacer que la información escrita sea sencilla de entender.

Los documentos realizados con este sistema en mente normalmente combinan frases cortas y sin jerga, con imágenes claras que faciliten la comprensión del contenido. Se usa cada vez más para ayudar a muchas personas con dificultades de aprendizaje.

Sin embargo, la Lectura Fácil también sirve para ayudar a las personas que están aprendiendo una segunda lengua, que tienen dificultades para leer y escribir, problemas de memoria o que tienen prisa.

La Lectura Fácil a veces se confunde con el Lenguaje Claro. Aunque ambos tienen el mismo objetivo, asegurarse de que la información es más sencilla de entender, un texto de Lectura Fácil normalmente es bastante menos complejo que un texto de Lenguaje Claro, y habitualmente incluye imágenes simples. Imaginemos que estos estilos diferentes de escribir están en una línea: la Lectura Fácil estaría en un extremo, el Lenguaje Claro estaría en medio, y la escritura estándar, en el otro extremo.

 

¿Por qué deberíamos utilizar la Lectura Fácil?

El derecho a una información accesible fue establecido por ley en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (UNCRPD por sus siglas en inglés) y el Acta de Igualdad 2010, que protege a las personas con discapacidad de la discriminación.

Si la información no se presenta en un formato fácil de entender, algunas personas podrían tener problemas para tomar decisiones clave sobre áreas importantes de su vida. Por ejemplo, relativas al trabajo, la salud o el ocio.

Trabajo

Los formularios para solicitar un empleo, las descripciones de trabajo inaccesibles y llenas de jerga, y una información excesivamente detallada pueden presentar barreras para personas con dificultades a la hora de leer. Dado el reducido porcentaje de adultos con dificultades de aprendizaje que tienen un puesto de trabajo remunerado, quitar este tipo de barreras totalmente innecesarias causadas por una información inaccesible es claramente un tema social muy importante.

Educación

Proporcionar información en un formato de fácil lectura es una de las muchas formas con las que los colegios y universidades pueden hacer la educación más accesible para personas con problemas de aprendizaje, así como para aquellos que tengan dificultades a la hora de leer. Un ejemplo de esto es marcar con negrita y con listas de viñetas los puntos y partes importantes de un tema.

Salud

Las personas con dificultades en el aprendizaje pueden enfrentarse a importantes y evitables desigualdades en el terreno de la salud. Los servicios y páginas web de la Seguridad Social, así como cualquier otra página relativa al Estado, deben cumplir con la Normativa de Accesibilidad vigente desde 2018. Aunque esta legislación ha mejorado notablemente la cantidad de información sobre la salud en formato accesible, todavía hay muchos pacientes que no reciben dicha información de forma que puedan comprenderla.

Consulta en nuestro artículo 'Quienes deben cumplir con la normativa de accesibilidad'

Ocio

Las personas con dificultades en el aprendizaje participan en menos actividades sociales, tienen menos contactos, hacen menos ejercicio, y se interesan menos por el sector artístico que las personas sin estos problemas. Aunque hay muchas barreras en estas actividades de esparcimiento, la información accesible es un asunto crucial. Generar información accesible sobre áreas de ocio, clubes y transportes facilita que las personas con problemas de aprendizaje participen.

 

¿Cómo crear la información en formato de Lectura Fácil?

En este momento, no hay unos estándares establecidos para la Lectura Fácil. Sin embargo, muchos usuarios de este sistema, traductores, académicos y demás, han acordado seguir los siguientes puntos, ya que son consideraciones importantes a tener en cuenta cuando pensamos en general contenido accesible.

Pese a que hacer la información accesible con Lectura Fácil ayuda a mucha gente, no es suficiente para todos. Algunos lectores puede que necesiten ayuda extra para entender el documento, como por ejemplo vídeos, audios o ayuda de trabajadores de apoyo. En cualquier caso, los siguientes puntos son una buena referencia por la que empezar.

Pensar en el documento antes de empezarlo

Planear de antemano una traducción accesible y no dejarlo para después. Las versiones accesibles a veces necesitan un tiempo para prepararlas bien, y no es raro que personas que necesitan de un formato accesible tengan que esperar mucho hasta que estén disponibles.

Hay que pensar en el motivo para hacer el documento de Lectura Fácil y en cómo un lector puede que lo use. ¿Quién es la audiencia objetivo? ¿Cuáles son sus necesidades?

¿Es el documento realmente importante? Parece una pregunta extraña, pero la lectura puede hacerse muy complicada para algunas personas. Por ello, es importante considerar si el documento tiene la suficiente importancia como para que alguien gaste el poco tiempo que tiene con un trabajador de apoyo o auxiliar.

Si no hay presupuesto para adaptar todos los documentos, ya sea en tiempo o en dinero, lo mejor es priorizar aquellos documentos que consideremos más útiles.

Es bueno leer el documento y decidir qué mensajes y hechos son importantes. ¿Qué información central quiere saber el lector? Omite cualquier cosa que no aporte nada al mensaje principal del texto o no sea necesario.

Por último, hay que considerar la información que se haya podido presuponer. ¿Falta algo que un lector pueda necesitar saber para darle sentido a nuestro documento? A veces las cosas están muy claras en nuestra cabeza ya que tenemos todo el conocimiento necesario, pero para una persona ajena a ello, especialmente aquellas con problemas de aprendizaje, puede ser necesario explicar los temas un poco más.

Organizar ideas

Es bueno reservar algo de tiempo para pensar en cómo estructurar un documento de Lectura Fácil antes de escribir o adaptar nada. Si no, puedes tener la tentación de hacer una adaptación línea por línea muy literal. Normalmente, esto no es necesario y probablemente dé como resultado un documento largo e innecesariamente complicado que sea difícil de entender.

Crear una portada nueva. Hay que asegurarse de que en ella aparece claramente escrito el tema del documento, su autor y que es una versión de Lectura Fácil.

Comprobar el orden de las ideas. No es necesario seguir el orden del documento original. Si tiene más sentido reordenarlo, se hace.

Mantener la cronología. Es importante asegurarse de que el documento es fácil de seguir, colocando los eventos, instrucciones o procesos en el orden en el que suceden.

Usar encabezamientos. Crear algunos títulos de sección fáciles de entender y subtítulos para partir el texto lo hace más amigable y fácil de leer.

¿Qué expectativas tiene la gente? Por ejemplo, los lectores probablemente esperen encontrar los detalles de contacto o fuentes de ayuda en la parte posterior del documento. Sin embargo, no debemos hacer referencia a páginas o documentos que supongan un problema de accesibilidad.

Por último, aunque no es necesario, añadir una tabla o página de contenidos puede ser útil especialmente para documentos largos. Puesto que, para algunas personas, leer puede suponer todo un desafío, una tabla de contenido puede ayudarles a navegar por el documento.

Palabras

Las pautas de la Lectura Fácil a menudo insisten en el uso de lenguaje «sencillo». ¿A qué se refiere exactamente? Al final, lo que para una persona es «sencillo» no tiene por qué serlo para otra. En cualquier caso, sí se pueden establecer algunas recomendaciones básicas:

Frases y oraciones

El objetivo principal de la Lectura Fácil es hacer la información más sencilla de leer. Por lo tanto, no es imprescindible seguir las reglas gramaticales si con ello hacemos el texto más complejo de entender para algunas personas.

Utilizar tiempos verbales sencillos, evitando algunas de las formas más complicadas como el subjuntivo («No creo que hubiese venido») o el condicional («Juan vendería su moto»), facilita mucho la comprensión de la oración. Del mismo modo, conviene evitar la forma pasiva («Juan ha sido visto») y mostrar oraciones siempre en forma activa («Han visto a Juan»).

También es positivo utilizar oraciones sencillas, evitando estructuras complejas que alargan innecesariamente el texto. Una oración con varias subordinadas puede quedar muy bien sobre el papel, pero para una persona con dificultades de comprensión o lectura puede suponer un auténtico reto.

Utilizar los signos de puntuación con moderación es otro punto a tener en cuenta. Es mejor evitar los dos puntos o el punto y coma siempre que sea posible, limitándonos al punto y a la coma, que son más amigables.

Diseño

Las buenas prácticas nos enseñas que es mejor diseñar tu versión adaptada a la Lectura Fácil de forma que se asemeje todo lo posible al original. Eso sí, siempre que esto no comprometa la accesibilidad general.

Entre los puntos a tener en cuenta en el diseño encontramos:

Imágenes

Las imágenes sencillas son fáciles de entender para la gran mayoría de las personas con visión, independientemente de su idioma materno o de si pueden leer o escribir.

Una imagen en un documento de Lectura Fácil puede ayudar a comprender el texto (especialmente para aquellos que no pueden leer), a la memoria y la concentración, e incluso a hablar del tema si el documento se está usando junto con otra persona, como un trabajador de apoyo.

Las fotos ayudan además a que el lector sepa de antemano de qué tema trata el texto. De la misma forma, hacen más amigable un documento a la hora de enfrentarse a él.

También sirven para enfatizar algo que el lector necesita reconocer, como un edificio o una persona específica (hospitales, doctores, profesores, etcétera).

Hay que tener cuidado a la hora de elegir una imagen para el documento, pues muchas veces se escogen fotos inapropiadas o confusas. Es mejor tomarse el tiempo necesario para encontrar la imagen ideal. Aquí dejamos algunas pautas para buscar la foto ideal:

Público objetivo

Lo mejor para asegurarnos de que un documento es de Lectura Fácil es pedirle a persona con dificultades de aprendizaje que lo compruebe. De esta forma, sabremos si se comprende correctamente o no.

Siempre que sea posible, es bueno pedirles a personas que sabes que van a usar los documentos que los compruebe. Si no se puede, hay profesionales que ofertan este tipo de servicios.

 

Consideraciones finales

La Lectura Fácil es útil para hacer la información accesible, pero no es la panacea ni una ciencia exacta. Tampoco sustituye unas buenas habilidades de comunicación cara a cara. Hay que recordar que no todas las personas con discapacidades en el aprendizaje pueden leer un documento en Lectura Fácil. Los habrá que necesiten alguien de apoyo que les ayude a recorrer la información. También hay personas que necesiten un formato de accesibilidad distinto, como un vídeo o una pista de audio.

Por último, cuando se adapta un texto a la Lectura Fácil, lo normal es que cada uno ponga sus propias ideas y puntos de vista en el documento. Decidir qué palabras utilizar y cuáles no, o qué enfatizar como tema principal cambia inevitablemente el documento. Hay que tomarse un momento para considerar qué se está comunicando como «bueno» o «malo», como «importante» o «no importante». ¿Las imágenes elegidas incluyen diversidad y evitan la discriminación? ¿O están perpetuando estereotipos? Como en todos los documentos, las adaptaciones de Lectura Fácil pueden ser poderosas herramientas de creación y divulgación de ideas en la sociedad, así que seamos responsables al utilizarlas.

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Iris García García

Redactora, correctora y traductora de textos con buenas nociones de ofimática e informática en general. Son tres especialidades que me permiten estar en continuo aprendizaje porque el lenguaje no deja de evolucionar, y eso es algo hermoso.